domingo, 25 de noviembre de 2012

Modelo Energético del Futuro. Modelo Hipocarbónico.

El futuro deparará un modelo energético indudablemente distinto al actual modelo de brutal dependencia de los combustibles fósiles provenientes de exportaciones efectuadas a países de fuera de la Unión. Por tanto, existe actualmente una dependencia energética exterior en toda la Unión Europea.

Además, oscilaciones de los precios de determinados combustibles como el petróleo han creado varias crisis económicas mundiales.

Crisis de petróleo:

  • Crisis de 1.973. La OPEP cuatriplica unilateralmente el precio del petróleo debido al apoyo Occidental a Israel durante la cuarta guerra árabe-israelí, conocida como Guerra de Yom Kippur. Incluso se decretaron embargos de crudo a los Paises Bajos, Israel y Estados Unidos por su apoyo a Israel durante la contienda militar.
  • Crisis de 1.979. Revolución iraní (viernes negro de Teheran) con el posterior derrocamiento del Sha. Guerra Iran-Irak. El precio del petróleo se multiplico por 2,7 desde mediados de 1978 hasta 1.981. Tras 2 años de relativa abundancia y gran estabilidad de precios, se detecta que las reservas en los países industrializados es muy pequeña. En esta nueva crisis Japón se ve privado de suministros. Los especuladores aprovecha para hacer negocio.
  • Guerra del Golfo Pérsico en 1.991 contra Irak por su invasión de Kuwait.
  • Ataque del 11 de Septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
De todas estas crisis petrolíferas fue especialmente dramática la de 1.973. Anteriormente pequeñas subidas del petróleo se contrarrestaban con una ligera disminución de las compras de crudo, ello unido a la falta de un política común de precios de los Países productores provocaba una situación estable en el precio del barril.

Esta primera crisis del petróleo provocó una pronunciada y larga recesión que duró hasta principio de los años 80:
  • Cambios en el modelo económico norteamericano, que abandonó el patrón oro.
  • Política de restricciones en el suministro de combustible. En Estados Unidos sólo se podía alimentar a los vehículos con matricula par, lo días pares del mes, y viceversa.
  • Cortes en el suministro de calefacción en Paises Europeos en pleno invierno.
  • Limitaciones de velocidad en autovías a 90 km/h.
  • Revolución en los fabricantes de automóviles para crear automóviles de consumo 9 litros a los 100 km. Eliminación de la tracción trasera, por ser menos eficiente que la tracción delantera.
  • Japón creo una red de transportes públicos muy desarrollados.
  • Una revolución industrial.
  • Grave crisis en la economía francesa tras 30 años gloriosos de fuerte y continuo crecimiento económico (Trente Glorieuses). Francia potenció la creación de centrales nucleares.
  • Devaluaciones de las monedas.
  • Inflación.
  • Cambios en los horarios para aprovechar la luz natural.
  • Condiciones muy adversas para los desempleados. Desempleo permanente.
  • Aparición de grupos sociales marginados.
  • Gran aumento de paro entre los trabajadores de mayor edad y, menos oportunidades para los más jóvenes.
Hoy día estamos viviendo una de las subidas de precios del petróleo más altas y mantenidas de la historia, denominada burbuja de precios, sin haberse determinado las causas que pueden ser:
  • La gran demanda de países emergentes como China, India. Donde su fuerte crecimiento provoca que compren crudo a cualquier precio.
  • Especulación.
  • El haber superado el pico de Hubbert en la producción de crudo en varios países árabes. Es decir, haber alcanzado el nivel máximo de extracción de petróleo en la zona del golfo pérsico, por lo que, tocará a continuación un rápido descenso en la producción. Arabia Saudí se comprometió a aumentar su ritmo de extracción para frenar este aumento de precio, pero sus pozos petrolíferos no han podido aumentar su producción.


Para paliar esta situación únicamente tenemos la opción de utilizar otras fuentes energéticas no fósiles y de ámbito local para frenar la dependencia del exterior.
Veamos cual es el consumo de energía en España (Datos de 2.009).

Conocido es que España no dispone de Petróleo ni Gas Natural, por tanto la dependencia energética exterior es casi total.

La Directiva Europea 2010/31/UE nos indica que el 40 % del consumo energético corresponde a los edificios, sector que, además, se encuentra en expansión, y que por tanto provocará un aumento en el consumo de energía.

Para cumplir con esta directiva los distintos Países de la Unión han lanzado Planes Nacionales de Energías Renovables 2.011-2.020 que desean reducir el consumo de energía un 20 %, y reducir los gases de efecto invernadero un 20 % (sería un 30 % si hay un acuerdo internacional) para el año 2.020. Planes 20-20-20.

La reducción del consumo de energía y un mayor uso de la energía procedente de fuentes renovables desempeñan asimismo un papel importante a la hora de fomentar la seguridad del abastecimiento energético y el desarrollo tecnológico y ofrecer oportunidades de empleo y desarrollo regional, especialmente en zonas rurales.

Hemos de aprovechar ese potencia de ahorro energético que posee el sector de la edificación, mejorando los diseños de las futuras edificación para que cada nuevo edificio sea de consumo energético casi nulo, y genere toda la energía que consume en el propio edificio, o bien, en su entorno. Aprovechando para ello:

  • Diseños urbanísticos sostenibles.
  • Energías disponibles a nivel local como calefacción y refrigeración urbana.
  • Creando un edificio que sea un gran captador de energía: energía solar pasiva / Arquitectura bioclimática. Utilizar elementos pasivos de calefacción y refrigeración.
  • Reducir la demanda para lo que se duplicará el esfuerzo en aumentar el aislamiento y en buscar edificios más inerciales para que tengan una respuesta térmica lenta frente a los cambios climáticos exteriores.
  • Aprovechando todas las fuentes de energía renovables en base a su disponibilidad y rentabilidad.
  • Utilizar elementos de sombreado.
  • Adecuada iluminación natural.
  • Utilización de sistemas de cogeneración (generación simultanea de energía térmica y eléctrica).
Para ello la metodología de cálculo de la eficiencia energética debe basarse no solo en las temporadas en que es necesario el uso de la calefacción, sino que debe cubrir los resultados de eficiencia de un edificio a lo largo del año. Esta metodología será homogénea en toda la Unión.

Existe un gran potencial de ahorro en todas las edificaciones existentes. Para ello en todas las reformas y rehabilitaciones importantes deberán tomarse medidas para dotar a estos edificios de medidas de ahorro y mejora de la eficiencia energética tales como:
  • Rehabilitación de la envolvente térmica.
  • Dotación de sistemas de facturación individual.
  • Conexión a redes de calefacción y refrigeración urbanas.
  • Incorporación de energías renovables.
En general deberán disponerse de sistemas de contabilización de consumos inteligentes que permitan al usuario conocer sus consumos en tiempo real y permitirle tomar decisiones que reduzcan sus consumos con agilidad.

La inversión en eficiencia energética tiene potencial para contribuir al crecimiento económico, el empleo, la innovación y la reducción de la pobreza energética de los hogares y, por tanto, supone una contribución positiva a la cohesión económica, social y territorial.

Todas las medidas de eficiencia energética en los edificios públicos y las viviendas, así como las nuevas cualificaciones fomentarán el empleo en el sector de la eficiencia energética.

Se dotarán los recursos necesarios para apoyar programas de capacitación y certificación que mejoren y acrediten las cualificaciones necesarias para desarrollar la eficiencia energética. Estos profesionales realizarán auditorias energéticas, y propondrán y certificarán medidas de mejora de la eficiencia energética. Las auditorias energéticas se realizarán inicialmente sobre edificios públicos, y para las grandes empresas, y siempre basadas en normativa europea como la EN ISO 50.001 (sistemas de gestión de energía), o EN 16.247-1 (auditorias energéticas). Actualmente está en fase de desarrollo una norma Europea específica sobre auditorias energéticas.

Más allá de 2.020, está la hoja de ruta hacia la economía hipocarbónica, es decir con bajo o nulos consumos de carbono.

Se desea que para 2.050 la energía eléctrica sea de cero emisiones. Además se desea utilizar las energías residuales térmicas de las centrales eléctricas para distribución de calor urbano donde ello sea posible.

Los sistemas urbanos deberán ser eficentes para calefacción y refrigueración, para ello utilizarán al menos:
  • un 50 % de energía renovable, o,
  • un 50 % de calor residual, o,
  • un 75 % de calor cogenerado, o,
  • un 50 % de una combinación de estos tipos de energía y calor.
Se fomentará la cogeneración facilitando la conexión a red de estos sistemas, especialmente la microcogeneración y la generación a pequeña escala.

Para el año 2.050 tiene la Unión el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80-95 % respecto a los niveles de 1.990.


Para lograr todo esto, año a año, aparecerá nueva normativa, productos más eficientes, nuevas tecnologías, para crear productos, servicios y edificios más eficientes, así como provocar cambios de comportamiento en el consumo de energía por parte de los ciudadanos y las empresas. Y ojalá con todo ello podamos detener el aumento gradual de la temperatura y las emisiones de CO2.

De momento no llevamos camino de cumplir con las previsiones de la Unión. Si cumplimos esta hoja de ruta mantendremos el aumento de temperatura en 2ºC por encima de los valores actuales, de lo contrario aumentará todavía más.

Un enlace por si te interesa el modelo hipocarbónico: http://europa.eu/legislation_summaries/employment_and_social_policy/eu2020/em0045_es.htm

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